10 junio 2011

Cuando las palabras sobran

Disculpen este momento de palabra dentro de los cuentos en imagen, pero como todo evoluciona, cambia, se trasmuta y crece, pareciese absurdo esperar que el proceso de vida por el que transitamos sea estático, inmutable, callado y solitario. 
Cada una de estas fotos son una ventanita a la vida, muestran un momento, un instante, un sentimiento; siempre personal, pero también es un momento ajeno, que nos pertenece un segundo y ya al otro es pasado. Es probable que volvamos a ese minuto en el que vimos algo, en el que sentimos algo, pero siempre es recomendable soltarlo, aprender lo que de él podamos y centrarnos en el hoy y en el ahora, cosa difícil esta, pero no imposible. Al darnos cuenta de que la vida es hoy, no el minuto pasado ni el minuto futuro, seremos más consciente que la felicidad ya la tenemos, que ya somos lo que queremos ser, y que la distancia que nos separa de lo que queremos o de quienes amamos ya no importa, porque no existe, porque ya estamos ahí. 
Hace poco escuché de un maestro “No seas como yo, sé como tú, tú ya eres perfecto, eres mágico, y tu mundo es perfecto y mágico” y yo añado, YA ERES.
Pueden saltarse estas palabras, porque al fin y al cabo, ya todas han sido dichas, y la mayoría de las veces... sobran.